Apenas fueron necesarios
30 minutos para callar todas y cada una de las bocas que durante el tiempo de
su recuperación se dedicaron a lanzar toda la basura posible para desprestigiar
su imagen sin pudor alguno. La mayoría sabíamos que él solo necesitaría un
balón (de cuero) para silenciarlos a todos.Justo antes de que comenzara el
partido pensé que quizás anoche sería demasiado precipitado que volviera el
Messi de siempre, pero ya me di cuenta que pensar eso de Leo es un pecado, 30
minutos de fútbol impecable y dos goles, el segundo para enmarcar, sencillamente
genial.
Porque así es Leo un amante del fútbol, un
jugador que necesita jugar por encima de todas las cosas para sentirse pleno,
para sentirse feliz. Un chico tímido que no será el más guapo, ni el más rico,
pero que señores es el mejor jugador de la historia del fútbol. Porque cuando
él vuelve, el mundo sonríe, porque para los que amamos este deporte su fútbol
es caviar. No es casualidad que la mayoría de los medios de comunicación del
mundo se hicieran eco ayer de su regreso y de sus vibrantes 30 minutos, eso solo
está al alcance de muy pocos y él es uno de ellos. Porque no ganara el balón de
oro, pero,¿ acaso por eso va a dejar de ser el mejor del mundo? Déjenme
decirles que no, porque donde este la palabra fútbol estará Leo, porque el
fútbol con él es mas fútbol y porque su calidad y precisión no son dignas del análisis
de quien al final de mes y con chequera en mano viven por y para
desprestigiarlo. Entiendan que mientras intentan acabar con él, se pierden la
oportunidad de ver al mejor jugador de la historia. Gracias Leo.
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