Quizás
la vida sea esto, una lucha constante para al final arrastrarnos hacia una
muerte inevitable. Tito ha sido un luchador incansable como tantas personas
afectadas por esta enfermedad y que ha día de hoy siguen luchando. Tito
representaba el respeto, tuve la oportunidad de verlo en La Rosaleda dirigir al
equipo y recuerdo a mi hermano decir: “mira Tito hermana, con dos cojones
entrenando al Barça aun estando malo”. Y
es que cuando acepto el cargo de entrenador del Barcelona él sabía muy bien que
quizás fuese por poco tiempo, pero también sabía que era una oportunidad única
y así ha sido una liga de 100 puntos y 115 goles, gracias Tito, porque todos teníamos
la ilusión de un Barça dirigido por ti, porque aunque la mayoría de los piropos
al Barça de las 6 copas hayan sido para Pep y los jugadores los que seguimos
este club desde que nacimos sabemos qué el gran culpable de todos esos éxitos has
sido tú, ese trabajo a la sombra al lado de Guardiola nunca estará lo
suficientemente reconocido. Personas como TÚ hacen más grande aún si cabe este
club, estos colores que tantas y tantas alegrías nos han dado y que por
desgracia nos hacen llorar como en esta ocasión. El mundo del deporte se ha
volcado contigo, no merecías menos eso demuestra el talante y el saber estar
con el que has llevado a este club y tu vida privada, nosotros, tú afición no
nos queda otra que desearte una paz eterna y que desde allí arriba sigas
enviando tus tácticas y estrategias para que sigamos haciendo historia.
ETERNAMENTE AGRADECIDA.
Gracias
Tito.